jueves, 6 de octubre de 2011

Semana 39.

Los últimos 8 meses y medio hemos vivido con la satisfacción del embarazo. Esa alegría ha sido revitalizante en muchos aspectos. Pensar en verlo y cargarlo en mis brazos se ha tornado una constante en mi jornada diaria. Incluso cambiar sus pañales, prepararle el biberón, bañarlo, jugar juntos y desvelarme por sus llantos se vuelven labores fascinantes en mi mente.

Las notorias molestias en la cintura y en los pies de mi esposa reflejan la ardua labor de cualquier mujer embarazada que debe soportar el peso de su panza pronunciada. Acudir al supermercado, realizar las visitas para los preparativos del alumbramiento y acatar la prescripción médica de No conducir, le han complicado la vida y agotado hasta el cansancio.

Nos encontramos a 5 días de la fecha anunciada. Contentos, esperamos a Carlo Damián. Sabemos que esta faceta final en la carrera de los 9 meses es complicada y difícil. Vendrán los dolores cada vez más pronunciados, las molestias subirán el tono, pero estamos preparados para enfrentar eso y más. El deseo es verlo y tenerlo con nosotros.

Sólo 5 días. No puedo creer que pronto estará en mis bazos.



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