La sospecha inició precisamente el día de mi cumpleaños 34. Esa noche
tuvimos ocasión de cenar suculentos platillos, dedos de queso, alitas de pollo,
ensalada, pizza, uff! que buen festejo. La compañía mejor, excelentes amigos
compartieron nuestra mesa haciendo mucho más agradable la reunión. Al llegar a
casa recibí el primer informe y los comentarios se enfocaron a esperar y
analizar las expectativas.
Los días posteriores crecería la incertidumbre. Sin embargo, durante
navidad no tocamos el tema, sólo nos dedicamos a la convivencia familiar. Pudimos
desviar la atención atendiendo los pormenores propios de esa fecha, entre los
regalos de Carlo Damián, la cena, el recalentado, que por cierto estuvo genial
y algunas otras fiestas familiares que coincidieron en diciembre.
Visitamos Los Mochis para despedir el año, los abuelos paternos
contentos con su nieto y con la sospecha de un nuevo embarazo. Logrando pasar las
fiestas decembrinas todo parecía ir viento en popa. El primer día hábil del
2013 pudo realizarse la prueba, así fue que el día 2 de enero pudimos
confirmar, de nuevo estamos embarazados.
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