Con nuestro embarazo, empecé a ver constantemente mujeres en estado de gestación por todas partes. Aunado a ello, la teoría del año del Conejo, que menciona una singular fertilidad en la población. Una noche, mi esposa y yo intentamos hacer un recuento, su hermana, su cuñada, mi prima, su prima, su amiga, la esposa de mi amigo, aquella compañera de trabajo… Uff! Una gran lista de mujeres conocidas esperando un bebé, cómo nosotros.
La verdad, pienso que la fertilidad es general y no exclusiva de este año o de nuestra generación. Más bien pienso en el efecto del carro nuevo. Esto versa en que basta comprar un carro para darte cuenta de los muchos modelos de ese mismo vehículo que andan circulando en la calle. No te habías dado cuenta de ellos hasta que compraste uno, y ahora los miras por todas partes, incluso los diferencias entre sí.
Creo que nunca había puesto atención a las panzas crecientes de las mujeres embarazadas que he conocido, hasta que fui el culpable de propiciar ese estado en una. Además de darle seguimiento a su evolución se convirtió en mi prioridad. Por lo que fue hasta entonces cuando pude apreciar y degustar las sensaciones del embarazo incluyendo algunas nauseas.