miércoles, 1 de abril de 2020

Ewoks Godos.

La Directora de la guardería pidió Disfraces para el festival conmemorativo de la entrada de esa estación del año. Sugirió el disfraz de algún animalito o florecita para las bebas, algo alusivo al inicio de Primavera. La cuestioné al respecto, ¿Ya no recordamos al Benemérito de las Américas en las escuelas? Me contestó afable, Sí, pero también hacemos un festival infantil donde los niños conviven y conocen la importancia de la naturaleza en esta época del año.

Fue suficiente información para el que esto escribe. Mandé hacer sendos trajes. Erika, amiga de mucho tiempo y excelente costurera, recibió el pedido y diseñó la idea. Sólo pide una fotografía de lo que ocupas y ella se encarga de confeccionar el disfraz. Como elemento adicional, me topé con un par de ramas viejas en carretera que harían las veces de cayados. Un leve retoque de pintura en el rostro y teníamos un par de ositos adorables.

Pero, ¿Eso es una capucha? Preguntó la Directora. Es complemento del atuendo, atiné a contestar. Pues, ¿De qué vienen disfrazados? Pensé que de ositos, mientras dirigía la mirada al resto del personal que divertidas, se echaban miradas entre ellas, curiosas por mi respuesta. Miré en derredor disfrutando el momento. Son Ewoks, de la boscosa Luna de Endor, de la película Star Wars, Return of The Jedi, contesté, mientras observaba cómo a todas se les dibujaba un signo de interrogación en el rostro.


Un par de días antes, ambos padres habíamos tomado una sesión de fotos casera para archivar el recuerdo de ese gratificante festival de primavera. De ahora en adelante mis Príncipes Godos gozarían de divertidos disfraces homenajeando clásicos.



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