lunes, 16 de marzo de 2020

Baseball Godos

Por naturaleza, en casa siempre hemos estado ligados al juego de pelota. Haciéndome de arreos para jugar, compré una manilla pequeña para Carlo Damián, después el bat y 1 pelota. Poco a poco intenté vincularlo al baseball, para que lo conociera, y en su caso, lo llegue a practicar.

Así, un día nos pusimos a cachar y luego lo dejé batear. Después, acompañados de Dante Adolfo, establecimos una rutina a modo de práctica. Sencilla, pero completa. Estiramos músculos, soltamos el brazo cachando, hacemos unos rolados, después algunos flys, y por último, le doy la oportunidad a cada uno para que tome turno al bat.

Baseball Godos, Trainning Day. Es un momento que disfruto compartiendo con mis príncipes el bello rey de los deportes. Parece que lo están aprendiendo, cada vez los veo mejor parados y con más entusiasmo. Dante Adolfo ha pasado del bat de plástico al de aluminio, para mi sorpresa resultó ser zurdo. Carlo Damián empieza a demostrar habilidades tanto bateando como fildeando, además de realizar algunos lanzamientos desde la loma.



Espero sigan practicando este bello deporte. Está en ellos. Por mientras, hemos incrementado el equipo con más manillas, más pelotas y más bats. Incluso ropa y cachuchas. Ahí vamos Yankees.

lunes, 9 de marzo de 2020

El más pícaro.

Dante Adolfo a penas da sus primeros pasos tomando confianza en sí mismo. Carlo Damián siempre ha mostrado buena disposición en la convivencia diaria. Salvo en ocasiones donde seguramente necesita su espacio privado y el más pequeño interfiere constante y enfáticamente. A veces, se altera y reprende al menor. Incluso le hace ver las normas a las que él ya se adaptado en casa y en la vida.

Dante Adolfo no tiende a ser el más especializado en lo que a normas se refiere, puede ser más autoritario y por ende a hacer su voluntad. Carlo Damián es comprensivo y pone atención cuando se requiere. Carga con el temible peso de ser el hermano mayor. Creo que hace muy buena labor. Cuida de su hermano menor y trata de orientarlo.

Eso nos ha llevado a que mucha gente haga un comentario que se ha vuelto común “El más grande se ve muy noble, pero el más chiquito tiene una cara de pícaro… que no puede con ella”. No se equivocan, seguramente es algo común cuando hay 2 hermano o más.



Los 2 tienen muy buen corazón y creo que han heredado la nobleza de sus abuelos. Sin embargo, es notorio la diferencia de carácter que han forjado.


viernes, 6 de marzo de 2020

2 Chavales en casa.

Tener 2 chavales en casa ha sido más demandante. Brindarle cuidados a ambos se ha vuelto más complicado. Tal vez Carlo Damián se ha tornado más voluble por las atenciones que recibe su hermano menor. Si uno llora corremos el riesgo que despierte al otro. Le debes cambiar pañal a uno mientras el otro debe hacer tarea. El más grande inefablemente se vuelve más independiente porque tiene que aprender a hacer cosas por sí mismo.

Los gustos de uno y otro en general son los mismos, pero en aspectos particulares pueden ser diferentes. El grande engulle con mucha pericia las Uvas, tal vez su fruta favorita, mientras que él pequeño sólo les saca el jugo dejando una machaca de fibra regada por todo el cuarto. Dante Adolfo ve comida y pide, no importa la hora, mientras su hermano rehuye a las comidas hasta que le gana el hambre.


Así, tenemos que algunas tareas no se desarrollan en la misma frecuencia. Sin embargo, se ven unificados en una serie de reglas impuestas que ambos respetan y cumplen cabalmente. Hemos buscado la forma de sacarle mayor provecho a las tareas que realizan juntos, cómo la ducha o la hora de dormir. Cual sea la actividad, está bien remunerada, verlos descansar después de un día de ajetreo es la mejor recompensa.



martes, 3 de marzo de 2020

Grande Bebé.

En una época tuvimos que comprar pañales de 2 etapas diferentes y fórmula láctea de 2 marcas diferentes. Es fácil perderte en la faena y confundir una con la otra. En ocasiones, antes de salir a comprarlos, tengo que preguntar hasta 2 veces por cuál voy. No quiero cometer el error de regresar con los equivocados. Todo esto sucedió hasta que Carlo Damián dejó el biberón, tarea que resultó por demás sencilla y sin las complicaciones que suponíamos.

Ahora, se ha tornado una broma familiar. Lo tomo en brazos como si fuera un recién nacido y hago la mímica de darle el biberón de Dante Adolfo, lo cual entre risas le causa molestia, sobre todo porque le digo “Le voy a dar bibi a bebé”, a lo que responde casi molesto pero sonriendo “Yo no soy bebé, es de mi hermano”.




Al poco tiempo también dejó de usar pañal volviéndose más independiente. Por lo que cuando finjo que le voy a poner uno, causa la misma reacción entre risa y molestia de su parte. Como todos a esa edad, quiere ser más grande y al ver a su hermano menor, se sabe el mayor en casa. Aunque el ciego amor de padre siempre lo quiera ver como un bebé.