Nostalgia del primero.

Cuando escribo esto me doy cuenta que en una semana mi segundo hijo estará en mis brazos. Recuerdo la conjunción de sensaciones que abarrotaban mi ser antes de que llegara el primero de ellos. Esta ocasión es diferente, me siento mucho más preparado para recibirlo. Los nervios se han transformado en ansiedad por conocerlo. Los pasos que hemos dado han sido con mayor seguridad. La experiencia previa ha sido grata y enriquecedora.

Las interacciones que hemos tenido ante la instancia de salud han sido nostálgicas. En todo momento recordamos nuestro paso por ahí cuando el primer parto. Siempre la gestación de Carlo Damián ha estado presente en este proceso. Es obvio, estamos viviendo este segundo embarazo como si fuera el primero, sólo que más experimentados.

Sabemos que nuestro segundo hijo no será como su hermano, al menos hacemos mucho énfasis en las diferencia naturales que deben tener. Pero esperamos vivir su nacimiento, formación y crecimiento con el mismo cariño, amor y profundo sentido de responsabilidad que con el primero. Después de todo somos los mismos padres. Una familia más unida y fortalecida con el paso del tiempo.

Celos Fraternos.

Por desgracia y aunque siempre desees lo mejor para tu entorno familiar, sabes que la condición humana es voluble y hasta en los pequeños detalles puede haber puntos de inflexión en los que se detonan severos problemas coyunturales para la tropa. Los celos fraternales son uno de esos severos problemas.

Carlo Damián se ha tornado cada vez más chipilón y apegado a la mamá. Sus cambios de humor son constantes y cualquier cosa parece irritarlo. Según las expertas esto se debe al embarazo de su progenitora, motivo de sus celos y ese estado de suma dependencia materna. Obvia decir que los momentos agradables y de enriquecedora convivencia son los más. Pero no dejo de pensar en lo que sucederá una vez que comparta con su hermano atenciones y cariño.

Después de todo él se ha criado siendo el único y ahora deberá adoptar el rol de hermano mayor. Me han hecho una recomendación y pienso ponerla en práctica, brindarle un obsequio autoría de su hermano. Esto es, que el recién nacido arribe al hogar con un regalo para su hermano mayor. Así, el primer acercamiento entre ambos será recordado como un momento glorioso. Espero surta los efectos esperados y amaine un poco la relación entre mis Príncipes Godos.

Decidido está pues, Dante Adolfo le regalará a Carlo Damián una pelota de soccer.